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¿Qué pueden hacer las organizaciones para combatir el estrés laboral?

El estrés laboral es una de las causas de muerte más importante a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso, hoy presentamos 3 tips que pueden adoptar las organizaciones que buscan mejorar la vida de sus colaboradores y colaboradoras.

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El estrés laboral ha sido ampliamente relacionado con impactos negativos a la salud. Aún más, el síndrome del burnout, entendido como un estado crónico de agotamiento físico, mental y emocional debido a la exposición continua de altas cargas de estrés, ha sido asociada con la muerte y el riesgo de suicidio en el personal de diferentes áreas.

Según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi 2 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el trabajo. Entre estas estimaciones, las jornadas laborales prolongadas son el factor de riesgo que más contribuye a las muertes y a aumentar la carga de enfermedades ocupacionales. Los datos de la OIT y la OMS indican que “en 2016, 398.000 personas fallecieron a causa de un accidente cerebrovascular y 347.000 por cardiopatía isquémica como consecuencia de haber trabajado 55 horas a la semana o más”.

A todo esto, estas agencias de las Naciones Unidas sostienen que las muertes provocadas por el estrés laboral pueden considerarse muertes prematuras y podrían ser evitadas con políticas sólidas de bienestar laboral, protección a la salud y el autocuidado.

Por lo anterior, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo y del Día de los trabajadores y trabajadoras, presentamos 3 tips que pueden adoptar las organizaciones en busca de mejorar la vida de sus colaboradores y colaboradoras.

1. Respetar los horarios laborales

Luego de que se instalara el trabajo remoto como una alternativa a las restricciones generadas por la pandemia y de que esto significara la confluencia de la vida personal y laboral en el mismo espacio, han sido frecuentes las denuncias sobre la imposibilidad de desconexión. Mensajes, reuniones, llamadas y correos electrónicos en horarios extracurriculares son tendencias comunes en este periodo post pandemia.

En este marco, la primera invitación es a respetar los horarios laborales y asegurar el derecho a la desconexión de las personas de todos los niveles de la organización. Asimismo, resulta indispensable establecer límites al número de reuniones que se toman por día y su duración, ya que existe evidencia de que el exceso de videollamadas también se establece como un factor de agotamiento físico, psicológico y emocional.

Para esto es muy importante la organización. Por un lado, planear con tiempo los procesos de manera que puedan anticiparse problemas de última hora y por otro, planear las reuniones para puedan ser efectivas, aseguren la participación equitativa y contribuyan a resolver los problemas en el menor tiempo posible.

2. Retorno consensuado

Si bien cada vez más personas han retomado sus labores fuera de su hogar, hay muchas otras que continúan en un modelo híbrido o remoto. Esta situación plantea desafíos para las personas que ejercen labores de cuidado y están a cargo de personas que continúan en modelos híbridos o remotos, y al mismo tiempo ejercen trabajos remunerados que les exigen retornar a la presencialidad.

Por lo anterior, es muy importante que el retorno al lugar de trabajo sea un proceso consensuado, que cuente con espacios para escuchar al personal de la empresa y tener en cuenta sus preocupaciones y aportes. En estos espacios deben tenerse en cuenta, por ejemplo, temas como la cercanía de los trabajadores/as al lugar de trabajo. Esto último es relevante, sobre todo en ciudades en las que se deben recorrer largas distancias para llegar al lugar de trabajo o que cuentan con mucho tráfico.

3. Beneficios, vacaciones y actividades sociales

La jornada laboral de, al menos, 8 horas diarias constituye la mayoría del tiempo de una persona y el lugar de trabajo termina por convertirse en un tipo de hogar, por lo que debe incluir espacios de bienestar.

En este sentido, se recomienda que las organizaciones faciliten encuentros para hablar de temas cotidianos (no relacionados con el trabajo), disponer espacios y actividades de bienestar durante la jornada laboral o extralaboral, asegurarse de que todas las personas tomen vacaciones y finalmente, retomar los beneficios que existían antes de la pandemia que impliquen salir del computador para hacer actividades diferentes.

Asimismo, es esencial que los espacios laborales cuenten con departamentos para el cuidado de la salud mental y protocolos de intervención psicosocial para el manejo del estrés. Del mismo modo, resulta indispensable contar con mecanismos de retroalimentación que permitan construir políticas de bienestar que impacten positivamente a todas las personas y respondan a sus necesidades particulares.

Equipares es un sello de igualdad de género que promueve la conciliación de la vida laboral, familiar y personal para garantizar la mejora en el bienestar de todo el personal al interior de las organizaciones.

Para hacer parte del programa, envíanos un correo a equipares.colombia@undp.org