Día del trabajo ¿Por qué se celebra?

La celebración del Día Internacional del/a Trabajador/a tiene su origen en mayo de 1886, en Chicago. Para ese entonces se reclamaba la necesidad de que las personas pudieran acceder a “Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso” ante las extenuantes jornadas que debían cumplir y los bajos salarios que recibían.

Algunas empresas redujeron la jornada laboral para cumplir las demandas, pero no fue algo generalizado. Como consecuencia, el 4 de mayo de 1886 se inició la revuelta de Haymarket: una manifestación que tuvo como resultado la encarcelación y la condena a muerte de un grupo de sindicalistas estadounidenses, a quienes se les conoce como “los mártires de Haymarket” o los “mártires de chicago”.

Tres años después el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional declaró el primero de mayo como día del trabajo para reivindicar los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Desde ese momento, 80 países celebran la fecha oficialmente y unos cuantos más la celebran extraoficialmente, a excepción de países como Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda que lo celebran el Labor Day durante el mes de septiembre.

¿Cuál ha sido la participación de las mujeres en estas reivindicaciones por los derechos laborales ?

1. El 8 de marzo de 1857 ha sido ampliamente recordado por la gran manifestación de las trabajadoras del sector textil en Nueva York para reclamar mejores condiciones de trabajo y la reducción de la jornada laboral.

2. La huelga de las camiseras o levantamiento de los 20.000: La huelga se realizó en noviembre de 1909 y tuvo lugar en la Fábrica Triangle de Nueva York, duró 11 semanas y participaron mujeres migrantes que trabajaban en las fábricas textiles de camisas, quienes abogaban por la mejora de sus condiciones laborales.

3. Pan y rosas: el 8 de marzo de 1912 las mujeres vuelven a tomar las calles de Lawrence en Massachusetts para exigir una mejora en sus condiciones laborales: aumento de sueldo, menos horas de trabajo y la prohibición del trabajo infantil. El eslogan que utilizaron fue “Pan y Rosas”: el pan representaba un salario adecuado, y las rosas, una mejor calidad de vida. Entre los cambios generados por estas acciones se cuenta la incursión de mujeres en sindicatos, especialmente en el Organización de Trabajadores Industriales del Mundo.

4. En 1920 Betsabé Espinal lideró una huelga que reivindicó los derechos de las trabajadoras en el sector textil en Colombia. Entre otras cosas, las mujeres salieron a la calle para exigir la igualdad de salarios y la protección frente al acoso sexual. Tras veinticuatro días de huelga, las manifestantes consiguieron el aumento salarial del 40%, la reducción de la jornada laboral a nueve horas y cincuenta minutos, la regulación del sistema de multas y mejores condiciones de higiene. Asimismo, lograron el despido de los supervisores acusados de acoso sexual.

Si bien las reivindicaciones de las mujeres han repercutido en la mejora de sus condiciones laborales,aún existen algunos desafíos para asegurar su participación equitativa en el mundo laboral, entre ellos: la mayor presencia de mujeres en la informalidad, la brecha salarial de género, la discriminación horizontal que ubica las mujeres en determinados sectores económicos y limita su participación en otros, así como la sobrecarga de labores del cuidado y el desempleo.

Haz clic aquí para conocer las cifras relacionadas.